Bugs

No os imagináis cuando me llena el corazón de amor este gordote. Es uno de esos mal considerados ‘conejos de granja’. Es decir, iba a ser engordado compulsivamente hasta obtener un peso desorbitado para su edad y poder asesinarlo cuanto antes para que alguien se lo comiera.

No sabemos como consiguió escaparse de allí, pero Bugs apareció en mitad de la calle y lo encontraron y llevaron a una protectora. Una familia lo adoptó sin tener en cuenta todos las responsabilidades y cuidados que conlleva tener un conejo como Bugs y, aunque lo cuidaron muy bien y se esforzaron mucho, unos meses después decidieron que no podían hacerse ya cargo de él. Así que se vino para acá. Y fue el primer miembro de la family. 

El más mimado porque estaba él solo y teníamos todo el tiempo y dinero del mundo para él (poco después llegó Lolita a hacerle compañía)